Rejuvenecimiento Facial con Inyección de Grasa Autóloga
La cara es la zona de nuestro cuerpo más expuesta a las miradas, así como a los cambios ligados al envejecimiento. El envejecimiento de la piel es un proceso fisiológico definido por los diferentes cambios del revestimiento cutáneo que aparecen con el paso del tiempo. En el envejecimiento facial existen modificaciones importantes de volúmen. La pérdida de volúmen toca todas las capas de tejidos; piel, grasa, musculo, hueso.
El proceso de envejecimiento se refleja en la cara con alteraciones en el grosor de la piel; esta es cada vez más fina y menos elástica y aparecen arrugas de expresión en diferentes zonas de la cara. La grasa facial se redistribuye, se acumula en algunas partes de la cara formando bolsas (parpados, parte baja de la mejilla), disminuye en otras formando surcos (surco naso geniano y surco nasolabial) y depresiones (disminución del volumen de la grasa de los pómulos, la región temporal y alrededor de los ojos).
Hasta el momento la ciencia no es capaz de frenar estos cambios que ocurren con el paso de los años, pero los avances en medicina permiten tratar estas alteraciones cutáneas ligadas a la edad y devolver a la piel una apariencia más joven.
El rejuvenecimiento facial a partir de la grasa propia es una intervención que redibuja los contornos faciales gracias al injerto de células adiposas de una zona del cuerpo a otra, que se viene aplicando con éxito desde hace años y en diversas partes del cuerpo, para corregir defectos de contorno, cicatrices deprimidas, rellenos, etc.
A lo largo de la historia se han utilizado distintos materiales de relleno con la misma finalidad, devolver una imagen pletórica y juvenil al cuerpo. Muchos de estos materiales venían asociados a posibles complicaciones y muchas veces obligaban a repetir el tratamiento periódicamente para mantener los resultados.
La grasa es un tejido ampliamente distribuido por el cuerpo y de fácil acceso. Usar grasa del propio paciente evita complicaciones inherentes al producto, pues es un tejido propio de la persona que vamos a cambiar de lugar. Se trata de un tejido vivo, lo cual garantiza un resultado a largo plazo y variaciones en volumen acordes con las variaciones de peso del paciente. Además, en el tejido graso no sólo existen células acumuladoras de grasa (adipocitos), también existen células sanguíneas y células multipotenciales (“stem cells”). Estas células tienen efectos benéficos sobre la piel, mejorando la luminosidad, la textura, el color y el grosor, además se ha visto que tienen efectos en zonas donde existen cicatrices previas. Por ello, la grasa, además de ser un excelente material de relleno, se convierte en un material útil en técnicas de rejuvenecimiento.
Por lo general, los resultados de la transferencia de grasa son inmediatamente notables después del procedimiento y pueden durar varios años. La mayoría de las veces el paciente puede realizar actividades normales ese mismo día. Después del tratamiento puede notar hinchazón y hematomas tanto en la zona donadora como en la receptora. La lipoinyección es duradera y segura. Una de las mayores ventajas es que la grasa que se transplanta pertenece a su propio cuerpo y por lo tanto no existe posibilidad de alguna reacción alérgica.
Otro de los beneficios de los rellenos faciales con grasa es que los resultados duran más que los rellenos faciales comerciales ó productos inyectables como el colágeno, el ácido hialurónico ó el Bótox. La duración de las inyecciones de grasa varía mucho según el paciente, con el tiempo a veces son necesarios algunos retoques pues la grasa puede ser absorbida hasta en un 40%. Esta técnica resulta adecuada en el tratamiento de los procesos de envejecimiento facial, donde se produce una atrofia de los tejidos con el paso del tiempo. Además de restituir el volumen de los compartimentos de la cara, el efecto de las “stem cells” consigue una mejora generalizada de la piel.
Es importante una buena exploración por parte de un especialista, quien indicará si este procedimiento puede ir solo o acompañado de otras técnicas quirúrgicas, todo según el grado de envejecimiento y los deseos del paciente.